Tumores óseos de la Columna

Los tumores raquimedulares constituyen una categoría heterogénea de neoplasias que afectan la médula espinal y sus estructuras circundantes. Se clasifican en tumores intramedulares, extramedulares e intradurales extramedulares, siendo los gliomas, los meningiomas y los schwannomas algunas de las variantes más frecuentes.

Desde el punto de vista clínico, los pacientes con tumores raquimedulares pueden experimentar una amplia gama de síntomas, que varían según la ubicación y el tipo de tumor. La clínica incluye dolor localizado, déficits neurológicos, alteraciones sensoriales, y disfunción autonómica, siendo esenciales para la clasificación y planificación terapéutica.

El diagnóstico de los tumores raquimedulares se apoya en estudios de imagen, principalmente resonancia magnética (RM). Esta técnica permite la visualización detallada de la médula espinal y sus envolturas, facilitando la identificación de la ubicación, tamaño y características morfológicas del tumor, así como la evaluación de posibles efectos compresivos sobre estructuras adyacentes.

El tratamiento de los tumores raquimedulares abarca enfoques multidisciplinarios, considerando factores como la naturaleza histológica del tumor, su localización y la salud general del paciente. La cirugía se contempla para la resección tumoral cuando es factible, siendo seguida por terapias adyuvantes como la radioterapia y la quimioterapia en casos de tumores malignos o inoperables.

La gestión integral de los tumores raquimedulares requiere un enfoque colaborativo entre neurocirujanos, oncólogos y radiólogos, con el objetivo de optimizar los resultados terapéuticos y mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados. La comprensión profunda de la clasificación, clínica, diagnóstico y tratamiento resulta fundamental para abordar eficazmente esta compleja patología.