Actualmente, con los avances tecnológicos, se puede intervenir a un paciente a través de una incisión mí­nima en la piel, visualizando las estructuras y los tejidos a través de fibra óptica en un monitor de TV, utilizando finos instrumentos altamente evolucionados.

Este tipo de cirugí­a se denomina “Cirugí­a Mí­nimamente Invasiva” y se inició a mediados de los años 70 con las artroscopias (rodilla, hombro, etc.), en los años 80 con las endoscopias (abdominales, urogenitales, etc.) y actualmente con la nueva cirugí­a endoscópica de columna.

La incisión en la piel es mucho más pequeña (aprox 1,5 cm.)

Al minimizar la agresión a los tejidos por no precisar “abrirlos” (disección), la recuperación del paciente es mucho más rápida, permitiendo una pronta reincorporación laboral.

Este tipo de cirugí­a endoscópica de columna se puede realizar de forma ambulatoria (no precisa ingreso hospitalario) bajo anestesia local y permite al paciente regresar el mismo dí­a de la intervención a su domicilio.

Los tratamientos medicamentosos postquirúrgicos y la consecuente ingestión de fármacos se minimiza o incluso desaparece en la mayorí­a de los casos.

El paciente puede llevar una vida normal a las 24 horas de la intervención y realizar una rehabilitación precoz de 15 o 20 dí­as de duración.

Este tipo de intervención es realizada por mi equipo. Describo a continuación la técnica quirúrgica: